AsegĂșrate de entrar en mi energĂa antes que en mi cuerpo.
SintonĂzate con mi ser y usa tu sensibilidad para abrirte a un encuentro completo.
Que tu Luz roce la mĂa, buscando expandirnos.
AsegĂșrate de mirar mĂĄs allĂĄ de tu ombligo y tu deseo de descarga, que penetrar no sea un acto ansioso y vacĂo, sino un verso sentido, una danza que se desliza por mis muros internos para acariciar la humedad de mi Alma.
AsegĂșrate de conocer tu propia energĂa, tu ritmo y tu movimiento.
¿Qué te mueve?
¿Qué buscas al entrar en m�
El instinto, por sĂ solo, es una parte y tĂș no eres un humano fragmentado, sino una estrella envuelta en piel, hecho para penetrar con tu totalidad, no con tus limitaciones.
En nosotros se funden 3 planos: animal, divino y humano. En el encuentro sagrado se tejen todos; son las Almas que buscan la experiencia de uniĂłn.
Y aunque te pido esta alta consciencia para entrar en mi cuerpo y en mi campo, abrazarĂ© tus inseguridades y curiosidades, exploraremos las corrientes de emociones y energĂas, si te entregas a ir mĂĄs allĂĄ de tu ansiedad eyaculatoria.
No soy ni somos un simple orificio carnal, sino un agujero cósmico donde nos fundimos en el gran misterio, a través del portal de nuestros cuerpos.
ResponsabilĂzate, corazĂłn, de tus vacĂos. El Amor Divino se encargarĂĄ de llenar esos aposentos con la nutriciĂłn espiritual adecuada, si asĂ tĂș lo pides. Yo complementarĂ©; reposarĂ© sobre ellos, sintiĂ©ndote exquisitamente completo en tu propio ser, como yo lo estoy en mĂ.
Seremos dos montañas que tiemblan con la intensidad electromagnética de la existencia, remeciendo bosques, mares, vientos, solo con el arte de amar.
Y, si al entrar en mĂ, tus movimientos tienen fuerza, que traigan la potencia de la Vida, no la rudeza inconsciente de la carencia masculina o el control.
Que tu penetrar no sea superficial, bĂĄsico y rudimentario, sino un salvaje encuentro del cosmos con tu alma a travĂ©s de tus mĂșsculos y tu consciencia.
RecĂłrreme con la suavidad profunda de tu respiraciĂłn.
Ritmo y consciencia.
Equilibrio y entrega.
AquĂ nos encontramos.
En uniĂłn sagrada.
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