En cada una de las oscuridades de tu Vida, hay una joya interior lista para ser despertada.
Un virtud espiritual activada, dándole forma a tu propósito en esta Vida.
A través del contraste, descubres quién eres.
A través del dolor, reconoces lo que tiene más valor para ti.
A través de lo que toca soltar, aceptas lo nuevo que toca abrir para recibir.
A través de cada herida, aprendes a amar más profundo, sin condición.
En cada noche oscura, en tu vida individual o en el colectivo, la constelación de tu Alma se enciende y las estrellas de tu Esencia, se vuelven evidentes. Tu cielo nocturno interior se vuelve un espectáculo estelar.
Allí donde te enfrentas a un cierre,
donde algo te da miedo,
donde el dolor de seguir igual es tan grande,
Se anuncia una muerte bella,
un cambio colosal de forma,
un renacer glorioso de un Tú más puro, más auténtico, más verdadero.
Cada momento de oscuridad, adversidad y dolor en tu vida, te revela la virtud espiritual que has de despertar en ti.
Suelta, confía y acepta esta transformación y se revelará lo que has venido a darle al mundo a través de tu propia resurrección.
Tú eres la respuesta a tu pregunta.
Tú eres lo que ves que el mundo necesita.
Tú traes el antídoto a los dolores de tu vida, dentro de ti.
Este es tu propósito.
Aceptar este magnífico destino de ser la curación inacabable, ineludible, imprescindible, de tu propia vida, de tu linaje, de tus entornos.
Tú eres la joya que has esperado ser descubierta.
Tú eres lo que tu Vida ha anunciado que necesita.
Tú eres el regalo que viniste a dar al mundo.
Tú eres una pieza mágica en el puzzle de la existencia y, de tu propio despertar, depende el despertar de miles.
De tu propio Amor, depende el Amor de miles.
De tu propia Luz, depende la Luz de miles.
Otros mantienen encendida tu luz y tú mantienes encendida la luz de otros con tu propio renacer.
Esta es la constelación de la Vida.
Gracias por existir. Este mundo te necesita.