Yogi Bhajan, maestro de Kundalini Yoga y conferencista quien trajo la disciplina a occidente, compartió las 3 leyes de la prosperidad:
- Sé amable con todos
- No hables mal de nadie
- No hables mal de ti mism@.
Cada una de estas frases que parece tan simple, cala hondo en nuestra experiencia si las traemos a nuestros espacio meditativo, intuitivo y reflexivo.
La properidad es un tema que vengo trabajando hace años. He hecho decenas de meditaciones específicas para la prosperidad (en Kundalini Yoga hay muchas) y en cada una de ésta he descubierto puntos ciegos, he confrontado aspectos de mi sombra y he aprendido a desafiar conceptos errados que bloqueaban mi percepción y experiencia de la prosperidad en su sentido más profundo.
Aquí te comparto algunos de estos “insights”, “darse cuentas” que he recibido desde mi consciencia y que estoy segura que muchos comparten y han descubierto también.
La prosperidad refiere al flujo universal, al flujo de la vida.
Es nuestra capacidad de fluir y “prosperar” en el tiempo; permanecer, sostenernos, teniendo acceso y recibiendo los recursos necesarios para florecer en ese momento.
Prosperidad no es sinónimo de dinero.
Muchas veces lo que necesitamos llega en la forma de personas, ayuda, apoyo, trueques, regalos, contactos; el dinero es sólo una manifestación más en la materia. La vida está enviándote lo que necesitas en ese momento para sostener el flujo de la expresión creativa de tu vida.
Prosperidad tampoco es sinónimo de abundancia material, aunque puede incluirla.
La prosperidad se forja en el espíritu; aquellos que son prósperos pueden sostenerse en el tiempo reinvetándose, ajustándose creativamente a los cambios y saliendo adelante por rutas inimaginadas.
Tiene sentido, entonces, que las leyes de la prosperidad estén basadas en el dar y recibir; es ésta experiencia la que debemos evaluar, primeramente, en nuestro interior. ¿Puedo darme lo que necesito? ¿Puedo recibir lo que necesito? Y luego podemos ver su contraparte en el mundo exterior.
“Sé amable con todos” nos dice “sé am-able” (literal, apto para amar), ten la capacidad de amar y ser amado para que la vida te proteja y te cuide, así como tu lo haces con ella.
“Nunca hables mal de nadie” porque lo que proyectas a ellos, proyectas a ti mism@ con más fuerza. Y la prosperidad busca el más alto beneficio de todos.
“Nunca hables mal de ti mism@” porque tú tienes que convertirte en el cambio que quieres ver en el mundo, tú vienes con la consciencia de crear aquello que falta, de elevarte a ti para elevar a otros, de servirte a ti para servir a otros, de vivir en tu máxima radiancia, en tus virtudes, para poder inspirar a otros a hacer lo mismo.
Que te permitas ser prósper@ en el sentido completo y profundo de la prosperidad, para sostenerte y a otr@s en esta vida hermosa.
Sat naam.