Dharma. El llamado de tu Alma. Tu trabajo divino en la Tierra. La sagrada labor del Amor en tu Vida. Tu destino Supremo: tu mayor potencial que es, asimismo, tu mayor desafío. Tu ruta de liberación y autorrealización.
Un camino de despertar que puede ser excitante y estremecedor.
Un llamado que te permite comprender el sentido que tiene haber estado dormid@.
Poder perdonar a esas versiones tuyas del pasado por haber actuado desde otro nivel de Consciencia y, a la vez, comprender que no pudo haber sido de otro modo para ser quién eres hoy.
Aceptar esta agridulce paradoja.
Abrazar la inteligencia Suprema en la imperfección.
Comprender que ahora eres consciente de tu sagrado poder de Elegir.
Y con ello, aprender verdaderamente a ser y hacer el Amor todos los días.
Eligiéndolo.
Con tus pensamientos.
Con tus palabras.
Con tus decisiones.
Escuchar el pulso femenino de tu corazón y los sueños plantados en él.
Sentir sus deseos ardientes de cumplir la ruta del Alma, de expandirte hacia lo que verdaderamente Eres y lo que Amas.
Permitir la acción poderosa y determinada de tu masculino haciéndose cargo de su poder divino.
Estar presente.
Asumir un Amor más elevado como la única ruta posible, salvajemente irresistible.
Convertirte en lo que amas y Ser el Amor.
Elegir lo que amas y Hacer el Amor.
Elegir Amar. Como un verbo diario, como un estado de Consciencia.
Y así, envolverte de divino coraje y entregarte al sagrado proceso de destrucción de todo lo que no es verdadero en ti.
Dejar de temerle a la muerte.
Comprender que es solo una transformación;
Se elimina lo que no Eres
Para iluminar la Verdad en tu Corazón.
Caminar con Gracia, goce y dedicación.
Relajándote en tu Ser y participando creativamente en la Creación.
Gracias por elegir tu Dharma.