La vida te dice “Sal del camino. Ahora sí puedes dejar que el flujo del universo pase por ti y traiga lo que necesitas”:
Así es, el EGO se nos entromete en el camino. La paradoja es que necesitamos el ego para sobrevivir y funcionar en esta tercera dimensión, la dimensión humana. Ahora bien, debes tener en cuenta que la salida a cualquier paradoja va por aceptar ambas realidades que están en aparente contradicción, viéndolas en conjunto y unidad para usar esta información desde tu neutralidad y operar sobre ellas.
¿Cómo usar el ego a tu favor?
Sé muy bien que el ego tiene mala reputación, pero esto sucede cuando está salvaje, desbocado, abandonado o ignorado. Es cierto que al ego hay que cortarle la cabeza cuando nos juega malas pasadas, sobre todo cuando dirige nuestra vida aliándose con la mente. Pero en otras ocasiones es posible domesticarlo como el principito a la rosa. En este caso, te propongo que conozcas tu ego, lo identifiques y sepas bien cómo dirigirlo desde tu alma.
¿Cómo funciona el ego?
El ego es como un cuarzo: amplificará lo que sea que esté habitando en ti y lo que esté creyendo tu mente. Por lo tanto, como un cristal, nuestro ego debe estar limpio, programado y bien alineado de modo de actuar como portavoz del alma más que amplificador de heridas y creencias limitantes.
El ego es tu vehículo de identidad humana para funcionar en el plano material. Es tu personalidad compuesta de tus historias, de tus heridas, de tus fracasos y victorias, de tus apegos y de tus creencias acerca del mundo y de ti mismo. De algún modo el ego opera como vehículo para funcionar en el mundo, pero si éste no está bien mantenido y no tiene la dirección correcta, nos llevará a cualquier lado y el viaje será, seguramente, bastante engorroso.
Dado que el ego es la estructura psíquica para operar en la realidad material, debe ligarse a la mente, que provee información y lenguaje desde el plano inmaterial. La mente es, también, bastante maleable y no domesticada, y actuará como un tirano haciendo al ego sentirse constantemente víctima, en un juego de roles complicado. La estructura del ego debe tener, entonces, buenos fundamentos, debe estar enraizada en el lugar correcto, tarde o temprano tenderá a tambalearse o derrumbarse.
Por otro lado, la naturaleza de la mente es creadora, por lo tanto, necesita apegarse a algo para hacerse realidad. En este sentido, la mente puede tener dos formas de manifestación:
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Ego-mente: la capacidad psíquica apegada a la realidad material que tiende a operar bajo estructuras karmáticas, es decir, patrones repetitivos del pasado.
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Espíritu-mente: capacidad psíquica alineada al infinito, la fuente universal creadora, que tiende a operar neutral y creativamente. La intuición opera a través de ésta.
En síntesis: El alma, que es la individualización del espíritu encarnado en tu cuerpo físico, es la parte inmaterial, sutil, de tu ser. El ego es el vehículo para que el cuerpo físico funcione con la mente. Y la mente, como vimos, es el puente entre el espíritu y la materia. Dado que tu alma opera más eficiente y acertadamente a través del espíritu-mente, te servirá enormemente conocer cómo estás diseñad@ para que comiences a dirigir tu mente conscientemente y, con ello, comenzar a “domesticar” tu ego para que sea portavoz de tu alma.
Quiero dejarte aquí algunas diferencias principales para que comiences a identificar bien cada uno:
- El ego-mente funciona con la lógica, el espíritu-mente es creativo. El ego-mente es racional y lógico y está construido en base a las huellas del dolor o placer, por lo que se basará en las experiencias del pasado para orientar tus decisiones. El espíritu-mente, en cambio, es creativo ya que funciona a través de la intuición. Entonces, el ego dirá, por ejemplo, “Es tonto hacer eso, ya te hicieron daño, protégete”, pero la intuición dirá “es una experiencia nueva, arriésgate a aprender”.
- El ego-mente está basado en el miedo y el espíritu-mente en el amor. El ego te hará contraerte ante las situaciones nuevas, y desde este temor, te hará buscar seguridades fuera de ti, en tus títulos, en tu ropa, en tu dinero, en tu trabajo y te hará creer que, sin ellos, fracasarás o correrás riesgo. El espíritu-mente, que es intuitivo, impulsará tus decisiones desde tu potencial y se basará en tu capacidad espiritual, por lo tanto, verás una salida creativa a todo obstáculo, desafiando los límites del miedo. Ten claro esto: el ego protege únicamente tu integridad física (cuida que no mueras); la intuición protege tu integridad espiritual. Es por esto que, cuando sea que sientas miedo, si tu vida no está literalmente en peligro, es simplemente una señal de que estas moviéndote hacia lo desconocido y un potencial espiritual en ti está por activarse.
- El ego-mente mantiene tu identidad biográfica, el espíritu-mente mantiene tu identidad espiritual. Dado que el ego construye gran parte de tu personalidad en base al pasado, el ego-mente intentará mantener esas historias, generando profecías sobre el futuro basadas en los fracasos y triunfos del pasado, provocando que esas vuelvan a repetirse. El espíritu-mente, en cambio, preservará tu identidad espiritual que es infinita, impulsándote a abordar situaciones de una nueva forma, desafiando la lógica del pasado y movilizándote a evolucionar. Así, el ego protege tus creencias mientras que el espíritu-mente protege la evolución de tu alma.
- El ego-mente es inestable y contradictorio, el espíritu-mente es estable e integrativo. El ego usará las emociones volátilmente y te confundirá, paralizándote o enturbiándote, sólo si es que tu espíritu-mente no utiliza esta información por un bien mayor. Las emociones son solo información y están ahí para orientarte temporalmente, como una brújula creativa del momento, pero si te quedas allí, solo rebotarás incesante de un lado a otro sin ver el norte hacia el cual debes dirigirte. El espíritu-mente siempre te hará ver como se abre el camino hacia adelante por un bien mayor, impulsándote ser cada vez más íntegro, revelándote las virtudes espirituales que estás activando en cada una de tus decisiones y situaciones.
- El ego-mente sobrevive, el espíritu-mente vive con propósito. El ego solo busca preserva su integridad y sobrevivir. Por eso, es bastante útil pero muy limitado. El espíritu-mente es expansivo y te llevara a percibir el propósito en cada una de las oportunidades de tu vida, incluyendo los problemas y dificultades. Allí donde el ego es limitado, tu intuición es expansiva y te lleva a sentirte más viv@.
Domesticar el ego es hacer que salga del camino y vaya detrás de ti, siguiendo la evolucion de tu alma, para que el flujo creativo de la vida pueda pasar a través de ti.
Ahora, a practicar y aprender. Te recomiendo comenzar una práctica de Journaling o “escritura consciente”, donde puedas reflexionar acerca de tu experiencia. Obsérvate en las diferentes circunstancias e identifica desde donde estas operando. Dando un paso más allá y comienza a elegir conscientemente cada una de tus acciones desde un lugar más creativo; permítete confiar y seguir tu intuición para que tu espíritu-mente te guie hacia la evolución de tu alma.
“Mi oración es que tu mente encuentre la confianza, tu alma encuentre la paz, que tu encuentres tu propósito en la vida y tu honres la sagrada confianza que viene en cada respiración”. - Yogi Bhajan 12/17/99